Con los cuerpos de tungsteno javi se pueden hacer moscas artificiales muy pequeñas pero al mismo tiempo muy pesadas. Su forma alargada distribuye el peso sobre toda la longitud del anzuelo, por lo que se pueden hacer imitaciones muy pesadas sin distorsionar demasiado el tamaño de la cabeza. Los cuerpos de tungsteno javi pesan hasta 2/3 veces más que una clásica bola de tungsteno del mismo diámetro, lo que permite llegar al fondo incluso en situaciones de fuerte corriente, presentando al pez imitaciones mucho más creíbles.